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Cada diciembre, la empresa de categorización de colores Pantone nomina uno de sus colores como tono para los próximos 12 meses. El acto tiene como objetivo crear positividad en torno a mensajes como el medio ambiente, la igualdad de género y la actualidad. Pero el color para 2019 ha provocado problemas en algunos sectores.
El color oficial de 2019 se llama Living Coral, y es un bonito tono idealizado de coral rojo bajo el agua azul.
La polémica, según Jack y Huei—Una agencia de diseño con sede en Melbourne— es que la elección de Pantone pasa por alto la devastación infligida a los corales por el cambio climático. La agencia, dirigida por Jack Railton-Woodcock y Huei Yin Wong, está particularmente preocupada por la pérdida de coral alrededor de su Australia natal, sin olvidar el declive de la Gran Barrera de Coral. El dúo describe la elección de Pantone como «sorda y francamente irresponsable».
No satisfechos con simplemente boicotear la elección de Pantone para 2019, la pareja se dispuso a subvertir la decisión con el color propuesto para el próximo año:
Es responsabilidad de todos nosotros, creativos o no, encontrar soluciones creativas a los grandes problemas, y en este momento no hay muchos problemas a los que se enfrenta la humanidad que sean más grandes que el cambio climático.
Jack y Huei buscaron a través de sus muestras de Pantone para descubrir # F0F6F7, un azul muy pálido que coincide con el color de los tallos esqueléticos de coral que se revelan cuando el coral se mata en un proceso conocido como blanqueo. Luego apodaron el tono Bleached Coral y secuestraron la marca Pantone para proponer el color para la selección del próximo año:
Este es un tema que nos preocupa profundamente y creemos que la industria creativa tiene la oportunidad de llevar este problema global desde las profundidades del océano a la superficie de nuestras pantallas.
El anuncio de Pantone a finales de 2018 fue visto por muchos como una decisión con los ojos vendados. La protesta del diseño de guerrilla de Jack y Huei es parte de una tendencia más amplia de diseñadores que utilizan su oficio para abordar problemas sociales graves. Es poco probable que Pantone acepte esta sugerencia, pero la tendencia hacia un mundo del diseño ético y politizado continuará hasta el 2020.
